La Generalitat de Companys elaboró una ley que prohibía todo festejo relacionado con la Navidad[...] El juicio fue sumarísimo y se le negó la posibilidad de defensa. Fue condenado a muerte, entre otros motivos, por el hecho de que, en su calidad de Alcalde de la ciudad, hizo celebrar la cabalgata de los Reyes Magos en enero de 1936, cabalgatas que habían sido suprimidas en tiempos de la República. La misma noche del 27 de agosto fue transportado al cementerio de Lérida, fusilado en el “paredón”, y enterrado en la fosa común.