La participación de España en el conjunto de la banca en la sombra global es muy reducida, apenas 0,7% frente al 27,1% de Estados Unidos, al 10,5% de Reino Unido y al 6,3% de Alemania. A pesar de ello, suponen 1,34 billones. Los economistas inciden en que su importancia radica muy especialmente en la capacidad de contagio que puede tener para el sector financiero como generadora de turbulencias.