En las últimas horas se ha producido un ataque ucraniano sobre Bélgorod, en Rusia, mientras siguen los combates en el este. Desde Kiev continúan alertando sobre la posible entrada de Bielorrusia en la guerra, hasta el punto de haber comenzado a tomar medidas para proteger la central nuclear de Rivne. Sin embargo, por el momento no hay pruebas concluyentes que permitan aventurar que en Minsk realmente estén pensando en participar en un conflicto en el que tienen mucho que perder y muy poco que ganar.

Mañana arranca una semana decisiva para la futura estrategia militar de Rusia en Ucrania. Aumenta la presión sobre Lukashenko para que movilice a sus tropas. Además, la visita coincide con los rumores sobre que el servicio militar en Rusia podría ser incrementado de uno a dos años, como en tiempos de la Unión Soviética.

Reiteradamente, funcionarios rusos sugieren que las fuerzas terrestres convencionales de Bielorrusia podrían unirse a la invasión rusa de Ucrania. El informe del Instituto para el Estudio de la Guerra describe el apoyo del régimen de Bielorrusia a la invasión rusa y en la presión de Moscú sobre Minsk para involucrarlo y cómo esto constriñe aún más la disposición y voluntad de Bielorrusia para entrar en la guerra en Ucrania .

La líder opositora bielorrusa María Kolésnikova, encarcelada desde hace dos años en su país y Premio Sajarov del Parlamento Europeo a la libertad de conciencia en 2020, fue trasladada este miércoles de urgencia a una unidad de cuidados intensivos en la ciudad de Gómel. María Kolésnikova se encontraba encarcelada en una celda de aislamiento.

Aunque todavía no hay una confirmación oficial del gobierno de Bielorrusia que explique la causa de la muerte de Makei, diversas fuentes confirman a Euronews queukashenko ha recibido instrucciones por parte de su aparato de seguridad para que se deshaga de todo el personal de su casa, así como de todo su personal de catering y sus guardaespaldas. La sugerencia es que el asesinato de Makei (esto aún no está confirmado) fue un trabajo interno y que Lukashenko podría ser el próximo. Makey era uno de los favoritos sucesores de Lukashenko.

Ucrania inicia la construcción de un muro en su frontera con Bielorrusia Las autoridades ucranianas han informado este viernes del inicio de la construcción de una valla en la frontera con Bielorrusia, país al que la comunidad internacional acusa de estar colaborando con Rusia en la guerra iniciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, hace ahora más de ocho meses.

Bielorrusia conectó hoy a la red su primera central nuclear, que se encuentra en la localidad de Ostrovéts, a unos 50 kilómetros de Vilna, la capital de Lituania, país que la considera una amenaza para su seguridad. Tanto los países bálticos como la oposición bielorrusa se opusieron a la construcción de la central, ya que el 23 % de su territorio resultó contaminado por radiación procedente de Chernóbil. Más info: en.wikipedia.org/wiki/Astravets_Nuclear_Power_Plant

Una vez más, circulan rumores sobre la posible participación directa del ejército bielorruso en suelo ucraniano. ¿Es una amenaza real?

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, instó a los bielorrusos a obedecerle "si quieren vivir tranquilos", en momentos en que el país podría verse implicado en la llamada "operación militar especial" rusa en la vecina Ucrania. "Si quieren que todo esté tranquilo, si quieren bañarse y bañar a su hijos con agua caliente, que la casa tenga calefacción, que haya gas, petróleo, que tengan para comer, con qué vestirse, entonces aprieten los dientes y hagan lo que les digo", afirmó en una reunión con el Gobierno

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, instó hoy a los bielorrusos a obedecerle "si quieren vivir tranquilos", en momentos en que el país podría verse implicado en la llamada "operación militar especial" rusa en la vecina Ucrania.

Bielorrusia dice que no puede pagar su deuda en moneda extranjera, y lo achaca a las sanciones de Occidente. El Banco Mundial señala que los préstamos concedidos al país ya están en estado de "morosidad".

Polonia ha abierto un centro de reclutamiento y entrenamiento para los ciudadanos bielorrusos que quieran luchar junto a las fuerzas ucranianas contra los invasores rusos. Según los organizadores, cientos de personas han acudido a inscribirse para formar parte del regimiento especial al que han llamado Kastus Kalinouski, figura del levantamiento bielorruso contra el Imperio ruso en el siglo XIX.

Víctor Tumar, representante del Estado Mayor del Ejército bielorruso, anunció la víspera la próxima llegada de los militares rusos, una decisión tomada por ambos países ante el incremento del potencial de la OTAN en las fronteras con Bielorrusia, el rearme de Polonia y los países bálticos.

El secretario general de la Alianza ha respondido así a las advertencias que el líder bielorruso lanzó este lunes contra Ucrania asegurando que Minsk respondería de forma contundente ante un hipotético ataque de Kiev. El presidente bielorruso se reunió con su homólogo ruso, Vladimir Putin, la semana pasada durante la reunión de la Comunidad de Estados Independientes en San Petersburgo. Los dos mandatarios acordaron entonces desplegar una agrupación militar en ambos países ante el "agravamiento de la situación en las fronteras occidentales"...

La ministra francesa de Asuntos Exteriores, Catherina Colonna, advirtió al estado vasallo de Rusia sobre su posible implicación militar en la guerra contra Ucrania. Bielorrusia, aliado indefectible de Moscú, ya ha prestado ayuda a Rusia, pero hasta ahora su ejército, no ha participado en los combates en territorio ucraniano. El presidente bielorruso, Alexandre Lukachenko, acusó este lunes a Polonia, Lituania y Ucrania de preparar “actos terroristas” y “un levantamiento”, en su país.

Bielorrusia desplegara tropas con Rusia. Aseguró que era su respuesta a lo que definió como "una clara amenaza para Bielorrusia por parte de Kiev y sus patrocinadores en Occidente".

El activista bielorruso Ales Bialiatski, así como las organizaciones Memorial (Rusia) y el Centro para las Libertades Civiles (Ucrania), han sido elegidos este año como coganadores del Premio Nobel de la Paz

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha confirmado abiertamente que su Gobierno sí participa en la ofensiva militar lanzada por Rusia sobre Ucrania, después de meses en los que se ha esforzado por matizar su grado de vinculación con la invasión ordenada en febrero por su aliado Vladimir Putin. Lukashenko ha reunido este martes a la cúpula de la seguridad bielorrusa para analizar "la cambiante situación militar y política" en la región.

En lugar de apoyar a su población en una situación socioeconómica difícil, el Gobierno polaco planea aumentar su presupuesto militar”, dijo el Presidente. Lituania y Letonia también tratan de mantenerse al día en la carrera militarista. Pero no tienen fondos propios, por lo que piden a la OTAN que refuerce su presencia en sus territorios mediante el despliegue de grupos tácticos de combate de brigadas de batallón. “Comenzaron a construir nuevas villas militares para su emplazamiento de forma permanente, incluso cerca de nuestra frontera a 20 km

El ministro del Interior de Bielorrusia, Ivan Kubrakov, ha desvelado este martes una propuesta para retirar la ciudadanía a aquellas personas que participen en "actividades extremistas" o que "dañen los intereses" de Minsk, una medida que está incluida en un proyecto de ley para enmendar la legislación vigente sobre ciudadanía.

El ejército de Bielorrusia ha iniciado ejercicios militares cerca de la ciudad de Brest, cerca de la frontera con Polonia. El objetivo es desarrollar operaciones de combate destinadas a liberar zonas temporalmente ocupadas por "enemigos". El Ministerio de Defensa ha incidido que entre las tareas figurará "recuperar el control de la frontera estatal en las zonas de responsabilidad, dar apoyo aéreo a las tropas, asegurar la ley marcial por la fuerza y combatir contra grupos y formaciones ilegales armadas del enemigo".

La comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, pidió este miércoles un mejor apoyo de los países a los periodistas independientes y los activistas de derechos humanos y democráticos de Rusia y Bielorrusia. Estos activistas "son actualmente objeto de represalias y acoso por parte de sus gobiernos y necesitan el apoyo continuado de los miembros del Consejo de Europa, tanto si se han marchado o se han quedado en sus países". Lituania, Letonia, Alemania, Estonia o la República Checa, han puesto en marcha mecanismos de aco