Amanda Zurawski y su esposo Josh esperaban su primer hijo, pero un problema reveló que el bebé no sobreviviría al nacer y que de no abortar, la vida de la madre corría peligro. Sin embargo, el estado de Texas le negó ese derecho. La ley del estado de Texas que prohíbe todos los abortos, excepto en circunstancias médicas extremas, es una de las más estrictas introducidas en EEUU. Infringir la ley puede conllevar una multa de US$100.000 y una condena en la cárcel de cadena perpetua.