Roland Griffiths, farmacólogo clínico de la Universidad Johns Hopkins, habla de un gran nuevo estudio que sugiere el poder de las drogas psicodélicas como terapias.

La Universidad de Nueva York presentará un nuevo medicamento para tratar la depresión y la ansiedad en pacientes con cáncer. Se trata de una pastilla que tiene como base la psilocibina, un alcaloide proveniente de hongos alucinógenos. Cinco semanas después de recibir una dosis de psilocibina suficientemente alta como para inducir cambios en la percepción y experiencias de tipo místico, los pacientes reportaron niveles significativamente más bajos de ansiedad y depresión. En español: goo.gl/OknaIe

La psilocibina es un compuesto psicodélico presente en unas ciento ochenta y seis especies de hongos. Tras su ingestión, nuestro organismo transforma la psilocibina rápidamente en psilocina, una molécula psicoactiva que actúa sobre los receptores cerebrales de serotonina y genera alucinaciones, euforia y trastornos de la percepción; aumenta la emotividad, favorece la capacidad de introspección y genera un recuerdo muy vívido de algunas memorias.

Las personas que tratan de dejar de fumar hacen todo lo posible. Pero la clave para dejar de fumar podría encontrarse en una droga que es ilegal en muchas partes del mundo. Matthew Johnson, de la Universidad Johns Hopkins, ha conseguido mediante terapia con psilocibina el doble de la tasa de éxito de otros métodos.

David Nutt y Robin Carnhart-Harris son dos viejos conocidos en la lucha por investigar la eficacia de los psicodélicos en distintos padecimientos, desde la cura para las adicciones hasta la depresión. El próximo año, luego de superar algunas paradojas legales, una docena de pacientes con depresión clínica entrarán a un programa experimental en el Reino Unido para ser tratados con psilocibina, el ingrediente activo de los hongos alucinógenos, todo en condiciones clínicas.

Los científicos que estudian los efectos de las sustancias psicodélicas de las setas alucinógenas han hallado que el cerebro humano muestra un patrón similar de actividad durante los sueños que cuando se toman drogas que expanden la mente. Las drogas psicodélicas como el LSD y las setas mágicas pueden alterar profundamente la forma en la que percibimos el mundo, pero se sabe poco sobre lo que pasa físicamente en el cerebro. En un estudio publicado en la revista Human Brain Mapping, examinaron los efectos cerebrales de la psilocibina.

Un reciente estudio científico en Zurich muestra que la psilocibina, componente bioactivo presente en los hongos alucinógenos Psilocybe Cubensis y otras variantes de funcionamiento similar, inhibe el procesamiento de emociones producto de desequilibrios en la amígdala. Es decir, que el componente que produce los efectos de alteración del estado de consciencia en estas setas equilibra químicamente los procesos que de hallarse desnivelados llevan a la depresión y la ansiedad.

Algunos estudios recientes buscan, con la ayuda de los alucinógenos, el origen neuronal de las experiencias místicas. Estos alucinógenos, como la psilocibina, han sido usado como sacramentos por muchas religiones en la antigüedad y podrían ser la clave para aumentar nuestro conocimiento sobre el funcionamiento cerebral.

En experimentos previos, David Nutt, presidente de la Asociación Británica de Neurociencias, encontró que la psilocibina atenuaba el funcionamiento de una zona del cerebro conocida como corteza cingular anterior, que suele presentar alta actividad en gente con depresión. Nutt planeaba investigar los efectos de la psilocibina en el tratamiento de formas severas de depresión, pero no contaba con que los científicos necesitan un permiso especial para utilizar psicoactivos en investigación y la psilocibina es ilegal en el Reino Unido.

20 de Abril de 1962, un grupo de 20 personas formado por estudiantes y profesores de teología junto con 10 “guías” se preparan para comenzar la celebración de Viernes Santo en el sótano de la capilla Marsh, una de las instalaciones religiosas de la Universidad de Boston. Momentos antes de dar comienzo la celebración, todos los participantes han recibido una cápsula y un vaso de zumo, la mitad de las cápsulas contienen psilocibina, la otra mitad, ácido nicótico

¿El renacimiento de la medicina psicodélica? Nuevo estudios científico abre la posibilidad de usar el principio activo de los hongos alucionógenos de manera efectiva para tratar la depresión.

[c&p] Suavizar la depresión que padecen muchos pacientes terminales de cáncer supone mucho más que mejorar su estado de ánimo. Sobre todo, significa hacerles sonreir un poco en sus últimos días de vida, facilitarles poder despedirse de sus familiares y amigos, un pequeño milagro que logran una especie de hongo. Una investigación revela que la psilocibina alucinógena -conocida popularmente como hongo mágico- es capaz de reducir la ansiedad que suele acompañar al cáncer en su última etapa.

La literatura médica describe el dolor de la cefalea en racimos como el más intenso que un ser humano puede soportar sin perder la consciencia. Investigadores de Harvard han estado estudiando los efectos de dos sustancias, Psilocibina (encontrada en ciertas setas) y dietilamida de ácido lisérgico (LSD) para el tratamiento de la enfermedad. Se muestra un resumen del estudio llevado a cabo en 53 individuos. El 85% (22) de los que tomaron Psilocibina afirman que el cluster de dolor cesó. es.wikipedia.org/wiki/Cefalea_en_racimos

Los efectos “espirituales” de ciertos alucinógenos persisten tiempo después de haber sido administrados. Quizás, gracias a este tipo de investigaciones, se podrían explicar las experiencias religiosas intensas o desarrollar nuevos tratamientos. Fuentes: www.eurekalert.org/pub_releases/2008-07/jhmi-seo062608.php , www.eurekalert.org/pub_releases/2006-07/jhmi-hss070506.php , sciencenow.sciencemag.org/cgi/content/full/2008/701/1

[Inglés] Un estudio preliminar del agente activo de los hongos alucinógenos ha comprobado que su uso hace remitir los síntomas en pacientes con transtorno obsesivo-compulsivo severo. El estudio clínico, realizado por psiquiatras de la Univ. de Arizona, es el primero que se hace desde que la psilocibina fuera prohibida por la FDA en 1970. Se trató a nueve pacientes, todos los cuales cesaron en los síntomas de su enfermedad durante 24 horas mínimo, algunos durante varios días. El informe será publicado en el Journal of Clinical Psychiatry.