No se trata de reabrir ninguna herida, se trata de cerrarlas para siempre, de ponernos en paz con nosotros mismos, de decir de una vez por todas que Franco no ganó ninguna guerra, que quien la ganó a costa de la sangre y la miseria de miles de españoles fue el fascismo, que en España se manifestó como nacional-catolicismo, que no es posible vivir con cientos de miles de compatriotas desaparecidos, exiliados, expatriados, que este país ha sufrido mucho con la pandilla de degenerados que mandaron durante cuarenta años y con sus descendientes..