Esta misionera argentina, María Guadalupe, cuenta de primera mano lo que ha vivido y vive de la guerra contra Siria en la ciudad de Alepo, uno de los lugares más castigados de todo el país. Destacar dos reflexiones de esta valiente mujer: primera, la guerra no comenzó con ninguna revolución en las calles, con ninguna “primavera” y, segundo, es una guerra de los terroristas contra el pueblo sirio, sin ambages ni medias tintas.