La prohibición de vuelos interiores en Francia para los que hay una alternativa en tren de menos de dos horas y media supone la pérdida de cerca de un millón de pasajeros anuales, la mitad en la línea entre Burdeos y París Orly, según la Unión de los Aeropuertos Franceses (UAF). El delegado general de la UAF, Nicola Paulissen, explicó este miércoles a EFE que para el aeropuerto de Burdeos esa medida, impuesta por el Gobierno francés con el argumento de reducir las emisiones contaminantes, ha implicado la pérdida del 7-8% de su actividad.