Muchos Presidentes y Primeros Ministros han desaparecido de la vida política activa porque han dimitido, han sido asesinados, depuestos o derrocados, en las más diversas circunstancias. Pero solo se conoce un caso en el que un Primer Ministro en ejercicio haya desaparecido, literamente, de la faz de la tierra, sin dejar rastro, mientras ostentaba el cargo. Se trata del australiano Harold Holt, desaparecido en 1967