La figura del fijo discontinuo existe en el ordenamiento laboral español desde hace décadas. No obstante, la reforma laboral limita la contratación temporal y pretende redirigir parte de ese empleo hacia la figura del fijo discontinuo. Para situar la dimensión de los mismos, en los cinco meses que lleva en vigor la reforma laboral se han firmado en España un total de 683.300 contratos de este tipo, según datos públicos del SEPE. En el mismo periodo del 2019 se firmaron 98.026, es decir, siete veces menos.