Los residuos generados por una empresa en Río Turbio (Chile), tienen un impacto directo en la vida de más de 120.000 habitantes de las comunidades de 28 de Noviembre, Río Gallegos y Río Turbio, como valores de concentración de aluminio de 33,4 mg/l, muy lejos de los 0,2 mg/l que la OMS pone como límite para el consumo humano. Destruirá las fuentes de agua potable, los recursos turísticos, la actividad ganadera, la flora y la fauna, pero sobre todo la salud de miles de habitantes del sur de la Patagonia. La Justicia y el Estado no lo solucionan.