A día de hoy, las Fuerzas Armadas de Ucrania han dejado de existir como una estructura única, administrada y eficaz. Ahora hay docenas de grupos aislados de fuerza variable escondidos en ciudades y pueblos. Sin líneas de suministro centralizadas, sin apoyo aéreo, sin reemplazos ni refuerzos. Ahora 150 mil hombres (junto con los soldados nacionales) se están marinando en «calderas» de pleno derecho, separadas unas de otras, o en cercos de «herradura», donde se les deja un solo pasillo para escapar.