De la barrica de santo Martino, del siglo XII, un vino añejo, con novecientos años de solera, uno de los más antiguos del mundo, vuelve a protagonizar hoy un ritual que celebran los miembros del Cabildo isidoriano de León. Este ritual es exclusivo del Jueves Santo y tan solo, un año el Cabildo estuvo dispuesto a romper la tradición por el rey Alfonso XIII, quien debió renunciar a la cata para no conculcar la regla. Desde el s.XII hasta hoy cada año se sacan de la barrica tres cuartos litro y se echa mosto en la cuba, así durante nueve siglos.