El proyectil de artillería Excalibur hizo maravillas cuando se introdujo en el campo de batalla ucraniano en el verano de 2022. Guiados por GPS, los proyectiles alcanzaron tanques y artillería rusos con precisión quirúrgica, mientras drones filmaban desde el aire las bolas de fuego... Eso no duró. En pocas semanas, el ejército ruso empezó a adaptarse, utilizando sus formidables capacidades de guerra electrónica. Consiguió interferir en el guiado por GPS y en las espoletas, de modo que los proyectiles se extraviaban, no detonaban o ambas cosas.