En la ciudad donde residen existe un consulado de España, pero nadie se ocupa de él y, por lo tanto, no existe a efectos prácticos. Ante esta eventualidad decidieron dirigirse, primero telefónicamente y después por carta a la embajada de España en la capital del país nórdico, a más de 1.600 km de Tromso. "En los dos casos - explican - se nos informa de que para iniciar el trámite para ejercer el derecho al voto debemos presentarnos personalmente en aquella embajada" o, lo que es lo mismo, recorrer 1.600 km de ida y otros tantos de vuelta