Nunca lo he sabido y ya no sé si alguna vez llegaré a saberlo. Sueño en esos cuentos que leo y luego no me acuerdo de como terminó, ni el cuento, ni el sueño. No me aburre la realidad y especialmente la más cercana, claro que no, me aburren los que la hacen posible, los que no me permiten saber como y cuando, termina mi sueño, los que dicen que el mundo de los sentidos y el de los más ancestrales valores, ha muerto y que sólo la más burda popularidad y el dinero, representan el éxito. Me aburre y, hasta preocupa, la necedad ... y la ...