La Audiencia Nacional continúa en su empeño por construir un universo paralelo en que el Estado es débil,el movimiento independentista catalán tiene posibilidades de doblegarlo por la fuerza,y sus (pocos) partidarios en la calle en estas semanas son una amenaza para la convivencia. No hay gran movilización de protesta que no pretenda obligar a una Administración a hacer algo o dejar de hacerlo. Es lo que ocurrió en las manifestaciones contra la reconversión industrial en Sagunto y Ferrol,con las protestas mineros asturianos,Gamonal,Murcia..