Ha sido una mala semana, inscrita en unos malos meses, para el ministro de Justicia del Gobierno de Mariano Rajoy, Alberto Ruiz-Gallardón. El martes 9 de abril, a las 8:30 de la noche, el teletipo escupía una noticia que venía a poner patas arriba la estrategia finamente labrada hace tiempo por el político más ambicioso, también uno de los más inteligentes, que se cobijan bajo las siglas del Partido Popular