El expresidente a pesar de predicar un liberalismo ultra,con la mínima intervención del Estado,el expresidente del gobierno no dudó en colocar en la cúpula de las empresas antaño de ámbito público a personas cercanas,incluso amigos personales. Y en algunos casos la cosa acabó muy mal. Por ejemplo Juan Villalonga al frente de Telefónica o Francisco González en BBVA. Aún peor le fue a Miguel Blesa,compañero de pupitre de Aznar en la preparación de las oposiciones para inspector de Hacienda. Manuel Pizarro presidía Ibercaja cuando su amigo Aznar..