El maestro de la ciencia ficción Isaac Asimov planteó cómo sería el asunto de la reproducción si los seres vivos nacieran de un trío, en lugar de necesitar una pareja. En su novela de los setenta Los propios dioses, una especie procedente de otro universo se reproduce mezclando material de tres sexos, y la cría resultante es siempre más inteligente que sus progenitores. Pero, dejando de lado la ficción, ¿hay algún motivo para que haya sólo dos sexos, en vez de tres o más?