Acompáñenos en la cobertura en directo desde el exterior de los Tribunales de Justicia el día de la audiencia final de apelación de Julian Assange en el Reino Unido. Con entrevistas y discursos de figuras clave que han mostrado su apoyo implacable a la libertad de Julian.
El editor de WikiLeaks Kristinn Hrafnsson denunció el miércoles que el sistema judicial británico es corrupto, días antes de una audiencia judicial crucial que podría poner fin a la batalla legal del fundador de la organización, Julian Assange, para detener la extradición a Estados Unidos. La Justicia de Estados Unidos, que aún reclama la extradición, […]
Biden está considerando una solicitud para que EE.UU. detenga sus procedimientos legales contra el cofundador de Wikileaks Julian Assange, que lucha contra la extradición a EE.UU., donde enfrenta 18 cargos federales relacionado con su publicación de documentos militares secretos. Sus palabras exactas fueron “lo estamos considerando” al ser preguntado sobre la solicitud australiana en febrero por el Partido Laborista y el Liberal Conservador. No implica que el Dep. de Justicia necesariamente abandone el caso, sino que podría haber un compromiso.
Comuníquese con sus representantes e instelos a firmar la Res. 934: "Las actividades periodísticas habituales están protegidas por la Primera Enmienda y Estados Unidos debería retirar todos los cargos e intentos de extraditar a Julian Assange"
Los tribunales británicos llevan cinco años alargando el juicio espectáculo de Julian Assange. Se le sigue negando el debido proceso mientras su salud física y mental se deteriora. Esta es la cuestión. Los fiscales que representan a Estados Unidos, ya sea por intención o por incompetencia, se negaron -en la vista de dos días a la que asistí en Londres en febrero- a ofrecer garantías de que Julian Assange gozaría de los derechos de la Primera Enmienda y de que no se le impondría la pena de muerte si era extraditado a Estados Unidos.
El Tribunal Superior de Londres ha decidido que Julian Assange no puede ser extraditado inmediatamente a Estados Unidos por cargos de espionaje, en una victoria parcial para el fundador de WikiLeaks. Dos jueces del Tribunal Superior dijeron que concederían a Assange una nueva apelación a menos que las autoridades estadounidenses den más garantías sobre lo que le sucederá. El fallo significa que la saga legal, que se ha prolongado durante más de una década, continuará.
Por el momento, el valeroso revelador de la verdad Julian Assange ha obtenido un aplazamiento temporal de las implacables garras de la persecución estadounidense. Pero no se equivoquen: este último aplazamiento legal es el más endeble de los indultos frente a la implacable y vengativa campaña del imperio estadounidense para aplastar a un vergonzoso avatar de la responsabilidad periodística. Assange lleva ya casi cinco angustiosos años en los húmedos confines del Guantánamo británico, la tristemente célebre prisión gulag de Belmarsh. Separado d
El Tribunal Superior de Justicia de Londres permite al australiano seguir batallando contra su extradición a Estados Unidos, a quien solicita garantías de que Assange no será discriminado por su nacionalidad o condenado a muerte.
El Tribunal ha decidido este martes aplazar su decisión sobre el recurso del fundador del portal WikiLeaks imputado en el país norteamericano por la difusión de miles de documentos secretos
Según la sentencia, la decisión sobre el recurso se ha aplazado hasta el 20 de mayo. El tribunal pide garantías a EE.UU. En caso de que no se presente ninguna, se estimará el recurso.
Los magistrados británicos que escucharon durante dos días de febrero las razones en contra y a favor de dar luz verde a la extradición de Julian Assange a Estados Unidos anunciarán este martes su decisión, a las 10:30 (11:30 en horario peninsular español). Victoria Sharp y Jeremy Johnson han estudiado la petición del cofundador de Wikileaks, recluido desde hace cinco años en la prisión británica de máxima seguridad de Belmarsh, para intentar recurrir por última vez ante los tribunales del Reino Unido su entrega a Washington.
La jueza y el juez del Alto Tribunal de Inglaterra y Escocia deben decidir si admiten los argumentos de la defensa en contra de la extradición o si por el contrario entregan al periodista australiano a Estados Unidos donde, en virtud de una anacrónica Ley de Espionaje de 1917 aprobada en un el contexto de la Primera Guerra Mundial, se podría enfrentar a penas de cárcel de hasta 175 años.
En pocos días o semanas sabremos si la justicia británica decide extraditar a Julian Assange a Estados Unidos, tras la última audiencia del caso la semana pasada. El Tribunal Superior de Londres dictaminará si el fundador de Wikileaks puede volver a recurrir la decisión judicial o si se activa su extradición, aprobada por el Gobierno británico en 2022. Entrevista con el exjuez Baltasar Garzón, parte del equipo de la defensa de Assange y la periodista italiana Stefania Maurizi, autora de “El poder secreto. Por qué quieren destruir a Julian Assan
En el sistema político autoritario que existe en Rusia, puede ser muy difícil conocer la verdad sobre lo que hace el gobierno y, mucho menos, obligarlo a cambiar su comportamiento u obtener algún tipo de justicia por sus crímenes. Esto hace que las filtraciones del gobierno, los denunciantes que las filtran y los periodistas y medios de prensa que las publican sean aún más vitales.También significa que todas esas entidades llevan un gran blanco en sus espaldas. Así que hagamos un experimento mental. Supongamos que Moscú lleva años intentando at
Putin pretende demostrar con su ofrecimiento que Rusia «está dispuesta a colaborar con la comunidad internacional, aportando soluciones a problemas con los que lleva años lidiando con éxito». Argumenta que «nadie puede rebatir» la eficacia de los rusos a la hora de poner punto y final a polémicas parecidas a las que suscita el caso de Julian Assange. Putin asegura que, «si el transporte es un problema», Rusia puede mandar a sus hombres «donde haga falta» para «llevar la justicia a los lugares más escondidos del planeta».
Entre el gran número de revelaciones de Wikileaks hubo unas, publicadas en 2010, que ilustraban unas prácticas corruptas dentro de la alta judicatura española que acabaron embarrando dos de los nombres que, aún hoy, ocupan unas de las posiciones más relevantes: el fiscal general del estado de entonces, Cándido Conde-Pumpido, y Javier Zaragoza, que en aquel momento era fiscal jefe de la Audiencia española.
Aunque ha habido manifestaciones convocadas por Amnistía Internacional y otras organizaciones en todo el país reclamando la liberación inmediata de Julian Assange y podríamos informar de ello, no vamos a hacerlo porque de verdad que no hace falta meterse en según qué líos. Un país que no queremos decir qué país es, pero que es Estados Unidos, quizá decide extraditarnos o condenarnos a 175 años de cárcel a nosotros también si informamos de lo de Assange, así que es mejor no escribir nada y por tanto ese artículo aquí no lo vas a encontrar.
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La acusación de Julian Assange ha reconocido ante el juez del Tribunal Superior de Justicia británico, Adam Johnson, que la Justicia estadounidense no posee ningún mecanismo para impedir que el periodista australiano sea condenado a una pena de muerte. Así lo han confirmado a Público fuentes presentes en la audiencia que se celebra este miércoles en Londres.
La justicia británica ha evitado pronunciarse este miércoles sobre la extradición a Estados Unidos del fundador de Wikileaks, Julian Assange, tras dos días de vista en el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales. Los jueces han decidido finalmente posponer unos días la decisión, después de escuchar los argumentos de la defensa y de la acusación en torno a la presunta vulneración de la libertad de expresión del periodista y de las motivaciones políticas detrás de su extradición. Assange no ha podido asistir a ninguna de las dos sesiones.
En Londres se decide hoy mucho más que la extradición de un ciudadano particular acusado de un delito. Lo que está en juego es, en un tiempo de montajes, bulos y realidades alternativas como el que vivimos, una forma rigurosa e independiente de hacer periodismo. Y con ella, dos puntales de la democracia: la libertad de prensa y el derecho a la información.
Dos jueces londinenses deciden desde este mediodía sobre si Julian Assange debe ser extraditado o no a Estados Unidos, que le acusa por 18 delitos por la revelación de informaciones secretas en Wikileaks. Antes de que comience la vista, que ha reunido ya desde la noche a decenas de personas ante el Tribunal Superior de Londres, una diputada del parlamento noruego ha confirmado que ha propuesto a Assange como candidato al Premio Nobel de la Paz de este año.