Kobe Bryant ha muerto y una de sus hijas, Gianna, de trece años de edad, ha muerto junto a él. Esto sobrepasa cualquier intento de comentario. Si es duro perder a un padre, marido, hermano e hijo como Kobe, no puedo imaginar lo que será perder también a una hija, una hermana, una sobrina y una nieta, una niña de trece años como Gianna. Qué más puede decirse. Una tragedia familiar de ese calibre escapa al modesto poder de nuestras palabras, así que solamente queda expresar nuestras condolencias para los allegados de Kobe y Gianna, y de las otras