Según testimonios desde inicios de noviembre comenzó a tener convulsiones y a dejar de comer, fue trasladada a Santa Cruz al hopital del Plan Tres Mil, pero no le detectaron ninguna enfermedad. Al retornar a San Ignacio fue llevada a una iglesia pentecostal dónde los pastores hicieron oraciones intentando liberarla, pero no hubo resultados y llegó a fallecer.Los comunarios cuentan que hablaba con voz de hombre y necesitaban muchas personas para sujetarla por la fuerza que ella tenía. El cuerpo fue trasladado a la morgue del hospital.