Primero, remontémonos a sus orígenes para entender por qué existían. Nos vamos a la era de los monitores CRT, los cuales tenían problemas de quemados: si se mostraba una imagen durante mucho tiempo, la pantalla “se quemaba“, creando una imagen fantasma. Daba igual si apagábamos el monitor, veíamos un quemado parecido al que vemos en paneles OLED. Por tanto, teníamos un problema si, por ejemplo, jugábamos a un videojuego y el HUD estaba fijo mucho tiempo. También pasaba con la barra de tareas de Windows...