Aunque las islas que configuran el archipiélago de Madeira, ya fuesen conocidas en la antiguedad, según consta en algunas cartas geográficas y que el archipiélago, fuese oficialmente redescubierto por los portugueses Joao Goncalves Zarco y Tristao Vaz Texeira, en el año 1418, en la conciencia popular persiste una extendida leyenda, que cuenta como Madeira fue descubierta accidentalmente por un inglés de nombre Robert Machim y su amada Ana de Arfet.