No sólo tenemos que seguir viendo como el gobierno de Pedro Sánchez desprecia al sector riéndose de él a través de decenas de promesas que nunca se han cumplido a lo largo y ancho de toda la pandemia, o como la ministra Belarra, la incompetente más eficaz de este bipartito de patio de colegio, le niega a los hoteleros el pan que piden para poder mantener el programa del Imerso, sino que ahora ya sí, y esto es un problema real y muy gordo, la inflación desbocada puede terminar pasando factura a la fuente que nos sacia la sed a todos, el turismo.