Para entender la tensión insoportable que produjo esa matanza hay que revisar el contexto de eso días. El GRAPO secuestro ese día al teniente general Emilio Villaescusa, presidente del Consejo de Justicia Militar, acción pensada para buscar una reacción antidemocrática de las FFAA. El 11 de diciembre habían secuestrado Antonio de Oriol Urquijo, presidente del Consejo de Estado. La actividad del GRAPO se sumaba la de ETA. Estaba muy reciente el atentado que costola vida a Juan María de Araluce, presidente de la Diputación de Guipúzcoa, su chófer