FFVII plantea preguntas como: ¿es sostenible el mundo tal y como lo hemos planteado? Me temo que no, ya que cuando todo esto acabe, lo enterraremos en una dulce capa de azúcar, lo romantizaremos, como lo hacemos con todo, nos sacarán una lágrima burguesa y volveremos a ser los mismos amos de siempre, los buenos y dulces amos de este mundo, llamando “malos” también a los mismos de siempre, a los que, por supuesto, nunca escucharemos, porque si los escucháramos nos dirían cosas como esta: “Para quienes se ciegan a la verdad, todo es oscuridad".