La corona británica necesita un chef capaz de complacer los gustos personales de la reina Isabel II, que haciendo honor a la tradición "Beefeater" de su guardia real en la torre, son tan sencillos como el solomillo a la plancha, ternera al horno, y para variar algo de pescado como el sándwich de salmón y pepino, pero eso si, con el pan sin corteza. Menesteres relativamente sencillos para un cocinero de segunda fila que podría perfectamente asumir el reto, pero también ha de estar cualificado para trabajar en el montaje de caterings para 200-800