Hay muchas razones para oponerse a una intervención militar en Siria, ya sea de los EEUU, Rusia, Irán o Turquia. Pero cuando uno se opone a la intervención extranjera, debe proponer una alternativa para proteger a los sirios. No hay ningún movimiento que exprese su solidaridad con las víctimas, sino que se las difama, se ridiculiza y niega su sufrimiento y sus voces se ignoran o se cuestionan por parte de personas que viven lejos, que no saben nada de Siria, de revolución o de la guerra, y que creen arrogantes que saben qué es lo mejor.