Tengo una convicción: la de que, con contadas excepciones, los escritores en Euskadi no han, no hemos, estado a la altura de nuestra historia reciente. El otro día, en Guadalajara (México), no supe transmitir esto ni con ecuanimidad ni con templanza y he ofendido, por lo que desearía puntualizar. Las palabras difundidas en la prensa días atrás junto a mi nombre no son directamente mías, sino resultado de la transcripción, el resumen del periodista. Ya solo el titular que se me atribuye tira de espaldas. "Los escritores vascos no son libres".