Ni Millennials ni Generación Z. La Generación Alpha ya está aquí, y estos niños no se andan con rodeos. Nacidos en un mundo completamente digital, hablamos de niños que también pueden ser influencers. Y con mayúsculas, porque manejan las mismas cifras que los adultos (o más en algunos casos). Un niño influencer puede llegar a ganar, según estimaciones de Fast Company, hasta 100 dólares por publicación por cada 1.000 seguidores.