Con la revolución tecnológica, los pequeños dispositivos electrónicos conectados y geolocalizados como móviles, pulseras inteligentes, sensores o relojes (internet de las cosas), recogen y transmiten cada vez más datos. Estos datos unidos a los generados por las redes sociales y los públicos a disposición de la sociedad (open data) suman una ingente cantidad de información, el big data, que bien gestionada, es sumamente valiosa.