Sabemos también que el magistrado de la Kitchen, Manuel García-Castellón (sí, el de la obsesión compulsiva contra Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Podemos y el azufre que les rodea, pero que se convierte en Mimosín con Dolores de Cospedal y sus reuniones con Villarejo en la calle Génova), habría ocultado los mensajes entre Navarro y Martínez durante tres años. Prescripción conseguida, pero sería sin querer.