Los motivos son diversos, pero normalmente se deben a una mayor carga de trabajo y al hecho de que tienen un 52% de baja regularidad, frente a un 18,4% de baja regularidad que sufren los asalariados, que influye de forma negativa a la hora de planificar vacaciones con su familia o, incluso, de hacer planes los fines de semana. De hecho, tres de cada cuatro trabajadores autónomos (un 77%), trabajan los sábados, frente a un 48% de los trabajadores asalariados, y el 48% trabajan los domingos, frente a un 28% de los asalariados.