En política, aunque no sea ciencia, también hay procesos irreversibles, por eso cuando se trata de revertir Madrid Central, muchos ciudadanos sienten que va contra las leyes de la Física: sería igual de extraño que volver a permitir fumar en el vagón de metro, retirar los contenedores de reciclaje, prohibir el matrimonio gay o el divorcio en general. La moratoria de Madrid Central parecía un regreso a un pasado peor, en contra del flujo natural de la Historia (lo que en Termodinámica se llama la “flecha del tiempo”).