Nadie debería morir en primavera, reflexiona Pedro González mientras enseña fotos de los ramos de flores que cada día recogía de su jardín para llevarle a su mujer, ingresada en un hospital de Barcelona tras haber sufrido un ictus. “Fueron 40 visitas y 40 ramos”. Hasta el 14 de mayo de 2021, cuando “la Núria Gasull”, su Núria, falleció. Acababa de cumplir los 80 y él, que ahora tiene 73, dice que juntos pasaron “un instante que duró 45 años”. A Pedro se le desmontó la vida.