El acelerador de partículas LHC del CERN, la máquina de dios, que no solo cumple con todas las anteriores funciones tecnológicas, sino que tiene la capacidad de crear realidades físicas (Holocuántica), creando materia en base a la energía del pensamiento, logrado efectivamente por primera vez en 1983, con el proyecto Mountak. Todo esto sumado a la tecnología RMI (425 a 450 MHz) como ventana de acceso a la mente de las unidades de carbono, y amplitudes de onda UV para la transmisión de datos logra que vivamos en una realidad virtual.