(...) las tesis principales de la columna no son de carácter científico, sino social, y son correctas. A saber: 1) que somos consumidores cautivos de la industria y las multinacionales, y que éstas han estado dictando nuestros hábitos de consumo desde hace décadas 2) que la industria se están “erigiendo como adalid de la pureza científica” (y, añado yo, interfiriendo y dirigiendo la investigación científica hacia sus propios intereses); y 3) que es ciertamente llamativo que de repente haya subido el tono del debate sobre la homeopatía.