«Aínda bebín ben, unhas cervexas e logo uns gin-tonic, veleno puro, eu creo que me deron garrafón, e por iso me despistei». Pero no fue un despiste cualquiera; en lugar de coger hacia su casa, Manuel Viéitez fue en dirección al casco urbano de Ordes, siguió por la N-550 hacia A Coruña, hasta que un par de kilómetros después se cansó de andar y buscó cobijo arrimándose a una casa. «Había alí un pozo e arrimeime, pero caín dentro, e como non era capaz de saír, comecei a pedir axuda».