Las bolitas negras que tu cuñado te pone en todo lo alto de los canapés, como para culminar una obra culmen de la gastronomía contemporánea, no son huevas de esturión, sino de lumpo, capelán o mújol, tres pescados bastante más comunes que el primero y, por supuesto, también mucho más baratos. Según Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, hay algunos países de la UE en los que se permite el uso de la palabra "caviar" para denominar a las huevas de pescados distintos al esturión.