Mi curiosidad me impulsó a querer saber qué llevaba a alguien a intentar la aventura de publicar por sus medios y en solitario a bastantes escritores, pues no entendía cómo algunas obras indies que leí hubieran podido ser rechazadas por las Editoriales, cuando a mí me parecían mejores que algunas novelitas infumables que circulan por las librerías. Bien, no estoy muy segura de haber dado con las conclusiones correctas, pero creedme cuando os digo que he preguntado hasta a los gatos y la razón “rechazo” es la menos frecuente.