(...) Si se cierra todo tipo de actividad porque hay cuatro personas que tosen mucho, la caverna habría condenado a los responsables con el estigma de “quieren destruir el país”. Se esperó a comprobar que la cosa iba en serio y había que tomar medidas. Cuando los datos pintaron realmente feos, ahí (tarde) se comenzó a actuar. Se actuó tarde por dos razones. 1.- Porque es un nuevo virus (...) no tenemos idea de cómo funciona. Es como si estáis en el bosque y no sabeis si enfrente hay un mirlo o un oso (...) 2.- Porque China mintió.
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