En un esfuerzo apresurado para demostrar que estaba haciendo algo para ayudar durante la crisis del virus, la UE utilizó 37.000 millones de euros, en fondos de ayuda estructural, diseñados para ayudar a los miembros más nuevos y más pobres, para la ayuda de virus. El resultado: según la Iniciativa Europea de Estabilidad, Italia obtuvo 2.300 millones de euros, mientras que Hungría, con un sexto de su población y menos casos de virus, obtuvo 5.600 millones de euros, un 3,9% de su PIB. Polonia obtuvo 7.400 millones.
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