Fue Vivar Téllez, Gobernador Civil desde abril de 1940, el que impuso la moda de hacer públicos los nombres de los jóvenes que se atrevían a infringir las normas de moralidad de la época. De vez en cuando, aparecían en el diario Yugo una lista de infractores y la multa correspondiente por sus conductas ‘exhibicionistas’. Ño sólo se castigaba por no estar debidamente uniformado en la playa, sino que también era motivo de multa discutir en la calle, blasfemar y besarse en lugares públicos.
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