Yo fui Casco Azul con UNPROFOR, en Bosnia en 1993. Quitando cuatro momentos puntuales, los cascos azules teníamos las manos atadas. Nuestra misión, o mejor dicho, el cumplimiento de nuestra misión se basaba en la buena voluntad de los combatientes. Si ellos querían, si les interesaba, nos dejaban patrulla, escoltar y supervisar. Si no les interesaba nos paraban en cualquier "check point" hasta que llegaba la hora de volver al destacamento*. Llevábamos armamento ligero y como armas de… » ver todo el comentario