Cualquiera que esté dispuesto a contarlo, en los pasillos del Congreso puede ver a Hernando siguiendo a Madina, que manda sin necesidad de galones, sin mediar mandato alguno de la nueva dirección socialista. Como si lo hubiera puesto ahí su mentor, Alfredo Pérez Rubalcaba, y nadie osara pedirle explicaciones.
|
etiquetas: madina , congreso , psoe