Que en el siglo XXI, cuando uno puede comprarse un botellín de agua en Suecia con tarjeta de crédito sin cargo alguno, se permitan este tipo de excusas para aumentar los precios me deja sin palabras y acerca más a las compañías con cierto caché a las malas prácticas de los reyes del low cost y la navaja trapera. Especialmente cuando las tasas administrativas que la compañía aérea deba pagar al banco son con toda seguridad inferiores a ese incremento y nosotros apenas tenemos otras opciones para realizar la compra.
|
etiquetas: comisiones , pago , tarjeta , vuelos , avion