La conducción de Gas Natural, inaugurada en 2015, fue anulada hace menos de cinco meses por falta de planificación a instancias del Ayuntamiento de Barreiros, paradigma del crecimiento sin planificar. Durante la burbuja se levantaron cientos de viviendas que no se vendieron, cuyos permisos municipales se consideran ilegales por otorgarse para fincas sin, saneamiento, electricidad o accesos. En el municipio de 3.200 habitantes hay 3.500 segundas residencias que sólo se ocupan en verano y fines de semana o que están vacías.
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