Desde tramos de autopista hasta recitales de zarzuela. De piezas de helicóptero a medio millón de euros en ratones de laboratorio. Y hasta una investigación sobre la huella vasca en el lejano Oeste. Los contratos a dedo son el germen de la corrupción. Y la forma más sencilla para que los políticos de cualquier partido puedan beneficiar a empresarios y amigos. Los disfrutaron la Gürtel, la trama Brugal y los imputados del Palma Arena. Y los entregaron Jordi Pujol, Carlos Fabra o José Luis Baltar. Hoy por hoy, pese a nacer como una excepción...
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